el canal 98
(la vida, vista desde la cámara del palier de la planta baja)



La Pochi finalmente se decidió, y contrató la TV por cable.

Lamamádelapochi descubrió un canal que la tiene atrapada, y cuenta lo que ve
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martes, 21 de diciembre de 2010

En el 98 dieron un programa de villancicos


Resulta que con este problema de los ocupadores, yo sigo con la puerta trancada con el aparador de la cocina, y al balconcito ni me asomo porque tengo la persiana baja para que no me entre nadie al departamento.
Así que me la paso todo el día mirando la tele.
Pero los noticieros ya me están dando palpitaciones. Parece que ya hay gente ocupando hasta las cabinas de teléfono.
Ayer a la tardecita, como en TN estaban mostrando a una vecina que le decía a unos policías que la dejaran pasar, así ella podía ir a cortar en pedacitos a unos ocupadores con sus propias manos, puse el canal 98, porque a mí la sangre me da impresión.

Por suerte en el 98 siguen con esto del Espíritu Navideño.
Resulta que al lado del arbolito estaban ocho niñitos, muy parecidos a los hijos del matrimonio del 8ºC, que es gente muy religiosa. Estaban los ocho paraditos uno al lado del otro, de menor a mayor, todos prolijitos. ¡Parecían una escalerita, jijijiji! Y tenián la ropita bien planchadita, y estaban los varoncitos peinaditos para atrás, y las nenas con vinchita y colitas.
El 98 sigue transmitiendo en blanco y negro y sin sonido, pero yo me dí cuenta que estaban cantando villancicos, porque cada uno tenía un librito en sus manitos, y  abrían y cerraban la boquita sonriendo con carita de angelitos, y movían un poquito las cabecitas para los costaditos. Aunque el más grande de los varoncitos desentonaba un poquito, porque debería tener como veinte añitos.
La cosa es que se pasaron un buen rato canta que te canta. Cada tanto entraba alguna persona por la puerta de vidrio, y se paraba a escucharlos, y después de un ratito les acariciaba la cabeza o les pellizcaba un cachete, y se metía en la puerta de los puntos. O vicerveza: otros salían de la puerta de los puntos, los escuchaban, los acariciaban o pellizcaban, y salían por la puerta de vidrio. Se ve que los del canal no consiguieron público para que se quedara a ver todo el recital completo. Es que en esta época la gente anda como loca comprando regalitos y preparando viteles tonés, y no le sobra el tiempo para quedarse una hora sentada escuchando canciones navideñas.

Yo ya me estaba aburriendo, y estaba por volver a poner TN a ver si ya habían descuartizado a algún ocupador. Pero en eso aparecieron dos niñitos: un varoncito y una nena. ¡Eran los mismos que siempre hacen de hermanitos! Yo no sé por qué estos del 98 cada tanto no hacen un catering para contratar niños nuevos para los programas. Si no renuevan el elenco los televidentes un día se van a cansar de ver siempre las mismas caras, y les va a empezar a bajar el raitin.
Pero los hermanitos, en vez de escuchar respetuosamente los villancicos como corresponde, en seguida empezaron a hacerle burla a los niños cantores. Primero la nena se puso a hacerles cornetita. Yo me dí cuenta por la forma como se colocó la manito en la boca y empezó a soplar. Al nene, en cambio, se le dio por hacerles gestos ocsenos: primero, formó como una argolla con el índice y el pulgar de una manito, y empezó a meter y sacar el índice de la otra manito por ese agujero. Después, directamente se agarró las partes con ambas manitos, y se las empezó a sacudir para arriba y para abajo.
Los pobres ángeles cantores abrían los ojos grandes como huevos fritos, pero seguían cantando y sonriendo.
Se ve que eran muy educaditos, y les habían enseñado eso de poner la otra mejilla.
Entonces los hermanitos empezaron a agarrar cascotes de adentro del pozo de los arqueólogos que quedó en el medio del piso del estudio ese día que se equivocaron con la excavación, y se pusieron a revoleárselos por las cabecitas a esos pobrecitos, que trataban de seguir entonando el villancico con sus sonrisas de angelitos. Pero al segundo cascotazo, se ve que se olvidaron de las enseñanzas religiosas, y empezaron a defenderse.
Primero, les respondieron con las bolas del arbolito. Pero esos adornos son  muy livianitos, y ni siquiera lastiman, porque ahora las hacen de plástico. No como antes, que como eran de vidrio, cuando se rompían por lo menos cortaban un poco. Entonces el más pequeñito de los niños cantores se dio cuenta que al pie del arbolito estaba el pesebre con todos las imágenes sagradas. Así que primero les revolearon los camellos, después las cabritas, después las vaquitas, después los Reyes Magos.
Hasta la Virgen y San José seguí  mirando, pero cuando el más grandote agarró al Niñito Dios con cunita y todo, me dio impresión, y volví a poner TN.

Por suerte ya habían terminado con la noticia de los ocupadores. Ahora estaban pasando una nota sobre la gente que pierde un ojo por la piroctenia.

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martes, 14 de diciembre de 2010

Hace como cuatro días que no me puedo despegar de TN...

...con este asunto de la toma de los parques.

Cada tanto cambio de canal, porque cuando empiezan a los tiros me da impresión. Entonces pongo el 13, o C5N, o América Noticias, pero están todos dando las mismas noticias. ¡Parece que si siguen así van a tomar todas las plazas!

Y recién un periodista dijo que después, cuando ya estén llenos los parques, las plazas y las plazoletas, ¡se van a empezar a meter en las casas de la gente!

A mí ya me está doliendo la nuca. Seguro que con tanta malasangre me subió la presión, así que voy a poner un ratito el 98, que seguro están pasando alguna novela eróctica brasileña, o un documental de animalitos, quién sabe...
...no, no están dando ningún programa. Ni siquiera se ve al descuartizador, que cuando no tienen ningún programa para trasmitir, lo ponen a barrer el piso, pobre hombre.
Eso sí: está el arbolito de navidad que armó el otro día. Se ve que todavía no le arreglaron el problemita de las luces, porque siguen funcionando un ratito sí, un ratito no.

Y lo que sigue igual son los pozos de los arqueólogos: el que está en la vereda, y el que se hizo en el medio del piso del estudio, ese día que se cayeron adentro el descuartizador, la diputada y el perrito. ¡Qué plato! ¡Me acuerdo y me río sola, jijijiji!

Me acuerdo que fue porque los arqueólogos se equivocaron, y cuando se metieron en el pozo de la vereda, en vez de excavar para el lado de la calle, se pusieron a cavar para el lado del estudio...¡Ay, Dios mío! ¡Entonces hay un túnel! ¡Por ahí se puede meter cualquiera! ¡Seguro que en cualquier momento aparecen los ocupadores! ¡Y con toda esa gente metida adentro del estudio no van a poder pasar ningún programa!

Justo ahora está entrando por la puerta de vidrio esa chica que el otro día hizo de censista, que es tan parecida a la Pochi. ¡Ya se! Yo vi en la tele que a los que ocuparon el Parque los fueron a censar. Seguro que los del 98 se quisieron adelantar, y cuando les vengan a ocupar el estudio, ya los están esperando con la planilla y la birome.

Pero no. La chica no se quedó en el escritorito, como el día del censo. Otra vez se metió en la puerta de los puntos.

¡Ay, Virgen Santa! ¡Ahora me están queriendo abrir la puerta del departamento! ¡Seguro que me vienen a ocupar el balconcito, que lo tengo tan prolijito, con las macetas de los malvones!
¡Tenía razón el periodista de la tele!

¡Ahora voy a buscar el matagatos del finado mi marido! El día del censo, cuando me quisieron abrir la puerta y yo pensaba que era uno de esos asesinos cereales disfrazados de censista que decían en la tele, no me salió el tiro, porque la pólvora estaba húmeda, de tantos años que lo había tenido guardado arriba del ropero...menos mal, porque la que estaba entrando era la Pochi.

¡Pero esta vez no me va a fallar, porque puse los cartuchos a secar en el microondas, ya van a ver!

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miércoles, 8 de diciembre de 2010

En el canal 98 empezaron con el espíritu navideño


Resulta que esta mañana bien tempranito, puse el 98 para ver si decían algo del robo de las joyas de Mirtha Legrand, pero no había ningún noticiero. Estaba el estudio vacío.
En eso, apareció el actor que hace de descuartizador, cargando una caja enorme, y la apoyó en el piso al lado de la puerta de vidrio. Yo pensé: seguro que como la policía debe haber descubierto que a los descuartizados los sacaba a la vereda en esas bolsas negras, ahora cambió de envase para no despertar sospechas, y los saca en cajas.
Pero  no. Se arrodiló al lado de la caja, y empezó a sacar distintos ojebtos.
Primero, sacó una maceta grandota. Yo pensé: seguro que es un programa de jardinería, y van a explicar cómo hay que hacer para cultivar lechuga, repollo, zapallitos, porotos, ecéctera, en el balcón, que ahora está de moda hacer la huerta en el balcón.
Pero no. Después de la maceta, sacó unos palos con flecos, y los fue enroscando uno con otro, hasta que le quedó un palo solo, que era más alto que él. Entonces agarró el palo, y lo clavó en la maceta. Yo pensé: debe ser uno de esos programas de concursos, y ahora vienen los participantes a embocar argollas en el palo, y se llevan un premio.
Pero no. El Descuartizador se puso a estirar para los costados esos flecos que tenía el palo, y ahí me dí cuenta: ¡estaba armando un arbolito de navidad para decorar el estudio! ¡Se ve que al canal no le fue tan mal con el raitin, porque este árbol es mucho más alto que el del año pasado!
Después fue sacando de la caja unas bolas de distintos tamaños, y las fue colgando de las ramas del arbolito:
las más grandes en las ramas de abajo, las medianas de las ramas del medio, y así succesivamente, hasta arriba de todo.
Después le puso como unos collares de perlas larguísimos, que se los fue enroscando todo alrededor.
Después, sacó de la caja una guirnalda de lamparitas, y también las enroscó por todo el árbol.
Al final de todo, se subió a un banquito, y en la punta, arriba de todo, le puso una estrella preciosa, con cola y todo. Se bajó del banquito, se corrió un poco para atrás, y se puso a mirar el arbolito con las manos en la cintura. Se ve que estaba contento, porque la verdad que le quedó hermoso. Lástima que el 98 se sigue viendo en blanco y negro, porque en colores ese árbol debe ser un espectáculo.
Entonces se acercó de nuevo, le acomodó unas bolas que estaban un poco torcidas, y enchufó la guirnalda de las lamparitas.
Ya me parecía que estos de canal no podían hacer todo perfecto: en seguida que las enchufó, las lamparitas empezaron a fallar. Estaban un ratito prendidas, y un ratito apagadas. Un ratito prendidas, y un ratito apagadas.
 No hay caso con estos del 98. Siempre le faltan cinco para el peso.

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miércoles, 27 de octubre de 2010

A la Pochi le tocó ir a censar...


Resulta que vino el otro día y me dijo que como tiene el título de Maestra Normal, le tocó ir a hacer el Censo Nacional.
Yo me hice mala sangre, porque en TN dijeron que este va a ser el censo del miedo, y que entonces nadie va a abrir la puerta, porque seguro que el que toca timbre va a ser un motochorro disfrazado de censista. Y también dijeron que las maestras que les toca censar tienen miedo de entrar a las casas porque las pueden violar.
Antes, cuando venía el censista, uno lo esperaba con mate y facturas, pero parece que ahora cuando hay un censo, la gente aprovecha para salir a asaltarse y violarse unos contra los otros. ¡Qué tiempos, Dios mío!
Pero la Pochi me dijo que me quedara tranquila, que como en el Ministerio ella está de secretaria del Subsecretario, le consiguieron que le toque censar por acá cerca, nomás, así no tiene que andar por barrios peligrosos.

Así que hoy tempranito, ni bien salió, yo me preparé un mate cocido, y me puse a mirar el canal 98.

Justo estaban dando un programa instructivo sobre el censo.

En el estudio, estaba el actor que hace de descuartizador (¡pobre hombre, ni el día del Censo lo dejan descansar!¡Y eso que es Feriado Nacional!) y una chica que seguro hacía de censista. ¡Qué plato! ¡Era recontra parecida a la Pochi!. La cosa es que el descuartizador le había dejado a la censista el escritorito que está al lado de la puerta de vidrio, para que la chica trabajara cómoda, se ve.
¡Claro! Ahora que me acuerdo, en TN dijeron que como la gente de bien no iba a dejar entrar a cualquier asesino cereal disfrazado de censista a su departamento, se iba a poder contestar las preguntas en la puerta de calle, o en el palier del edificio.

La cosa es que la censista estaba sentadita, con sus planillas, y el actor le hacía de secretario. ¡Qué buen actor que es! Ahí estaba todo modosito, si hasta le cebaba mate a la chica. ¡Y pensar que cuando trabaja en la serie de la noche, se la pasa sacando las bolsas con los pedazos de gente descuartizada a la vereda, como si nada!

Los que hacían de censados iban apareciendo por la puerta de los puntos. Eran casi todos los actores que trabajan en el canal 98.

Primero apareció la diputada del perrito, esa que se parece a la vieja del 3º B, con el perrito a upa. Al ratito nomás de empezar a contestarle las preguntas a la censista, se ve que se pusieron a discutir. Me pareció por los gestos que hacían, porque el 98 sigue en blanco y negro y sin sonido. La diputada le mostraba el perrito y después le golpeaba con el dedo índice la planilla, y la censista le hacía que no con la cabeza. Se ve que la señora quería que lo censaran también al perrito, y la chica le explicaba que el Censo es solamente para personas humanas, y  no para animalitos de Dios. No se pusieron de acuerdo, y cuando la diputada ya se estaba yendo, el perrito saltó arriba del escritorio y le pishó todos los papeles. ¡Pobre chica, si  empezó así, lo que le espera...! ¡Me dió lástima, porque no tenía pinta de criminal, y además era tan parecida a la Pochi!

Después, le tocó a ese actor que es igualito al viejito del 9º A, que es delicado del corazón y tiene puesto un marcapasos. Como se ve que el viejito no oye bien, la censista le tenía que repetir varias veces cada pregunta, así que tardó un montón en censarlo. Se ve que el pobre hombre se descompuso de estar tanto tiempo parado, y le agarró como un soponcio. La cosa es que el descuartizador lo ayudó a recostarse en el piso, le dio un vaso de agua, y se puso a llamar por celular, seguro que a la ambulancia. 

Como me dió impresión por el viejito, me quise distraer, y  puse un ratito TN. Estaban entrevistando a una señora que estaba en su casa, atrás de la reja, abrazada a su perro que le mostraba los dientes al periodista. Decía que ni loca iba a atender a ningún  asaltante depravado disfrazado de censista. 
Ahí me agarraron palpitaciones, así que volví a poner el 98.

Justo estaban censando a un matrimonio, que me hizo acordar a los que viven en el 8º C, que son muy religiosos, y tienen como ocho hijos. La cosa es que estaban con todos los críos, que eran bastante más educados que el perrito de la diputada, porque mientras los papás contestaban las preguntas se quedaron quietitos y en fila, como soldaditos. Ni se tentaron con ir a jugar adentro del agujero de los arqueólogos, que entre parentis sigue ahí, en el medio del piso del estudio. ¡Ni para el día del Censo fueron capaces de taparlo!

Igual, para mí que la censista de los ocho debe haber anotado solamente a cuatro o cinco, porque en TN también dijeron que en este Censo no iban a poner las cifras verdaderas, para que no se sepa que hay inflacción.

Mientras, el descuartizador, seguía llamando por celular, porque la ambulancia no venía, y el viejito seguía recostado ahí en el piso. 

Enseguida mostraron dos casos para explicar que a la gente se la censa en el domicilio donde pasó la noche anterior:
Primero, llegó desde la calle la actriz esa que se parece a la atorrantita del 5º C. Venía caminando medio a los tumbos, con una botella de cerveza en la mano. El descuartizador le abrió la puerta de vidrio, y cuando la chica se paró enfrente del escritorito para que la censaran, la agarró del hombro y la acompañó hasta la puerta de los puntos.
Después, apareció otra actriz. Esa que es parecida a la mujer del farmacéutico que hace guardia de noche, que vive en el 6º B. Estaba con un muchacho musculoso que la iba agarrando del culo. Pasaron de largo enfrente de la censista, y la mujer le abrió la puerta de vidrio al muchacho para que saliera. Pero el descuartizador los agarró del brazo a los dos, y los hizo parar bien derechitos  frente al escritorito, y la censista se puso a llenarles las planillas. ¡Se ve que el descuartizador se estudió bien el reglamento del Censo!

Como me quedó la curiosidad con la señora del perro furioso, puse de nuevo un ratito TN. Estaba el periodista con un grupo de vecinos en una esquina, todos con palos y a los gritos. Decían que eran de un grupo de Feisbux, o algo así, y que si aparecía el censista lo iban a atender ahí en la calle, y en cuanto se hiciera el loco y los quisiera asaltar, ya iba a ver lo que le pasaba.
A mí me empezó a doler la nuca, como cuando me sube la presión, así que puse otra vez el 98

Justo el descuartizador le estaba abriendo la puerta de vidrio a los médicos de la ambulancia, que recién llegaban. Lo revisaron al viejito,  lo pusieron en una camilla y se lo llevaron. Cuando pasaron frente al escritorito, uno de los doctores se acercó a la censista y le habló en el oído. No se qué le habrá dicho, pero la chica buscó entre las planillas que había hecho, agarró una, y la rompió en pedacitos. Después guardó todos los papeles en una carpeta, lo saludó al descuartizador, y se fue. Pero en vez de irse a la calle por la puerta de vidrio, ¡se metió en la puerta de los puntos! ¡Qué plato! ¡Esa chica es parecida a la Pochi, y despistada como ella!

Ahora que lo pienso, se me pasó el día mirando la tele, y el censista por acá ni apareció. ¡Ay, Dios! ¡Ahí está queriendo abrir la puerta! ¡Ni siquiera toca el timbre! ¡Seguro que es uno de esos chorros asesinos violadores de ancianas que estuvieron mostrando por TN! ¡Yo no le abro! Pero si no le contesto, va a marcar la puerta pensando que no hay nadie, para que después venga un cómplice a desvalijar el departamento. Ya sé: yo agarro el matagatos del finado mi marido, que lo tengo guardado arriba del ropero, y  directamente le pego un escopetazo a través de la puerta.
¡No le van a quedar ganas de robar y violar ancianas indefensas, a ese degenerado!

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martes, 19 de octubre de 2010

¡El Día de la Madre la Pochi se pasó!


Banda de sonido:


Primero me trajo el desayuno a la cama, con tres paquetes, cada uno con uno con un moño rosa.
El más grande era un deshabillé de matelassé rosa. Precioso.
El mediano eran unas pantuflas todas peludas. De color rosa, también.
El más chico era un monedero, pero no era rosa. Era marrón.
Yo le dije que no necesitaba tantas cosas, pero ella me contestó que me merecía eso y mucho más.

Pero lo mejor vino cuando terminamos de desayunar. La Pochi me dijo:
-Mamá, vestite que te voy a llevar a un lugar...
Yo pensé: con razón tanto regalo. Ahora me interna en un geriátrico. Pero no. Dios me va a castigar por mal pensada. Resulta que bajamos a la puerta de calle, y me dijo: -Ahora enseguida nos pasa a buscar un remis que llamé, y vas a ver que sorpresa.

El remis se ve que tenía muchos viajes por el Día de la Madre,porque demoró como 45 minutos. En ese ínterin, fueron llegando al edificio los hijos de la señora del 7ºC, que está recién operada de la vesícula. Se ve que todavía está un poco delicada, y que en vez de llevarla a almorzar afuera le iban a festejar el Día de la Madre en su casa, porque cada uno traía algo para comer. Uno se vino con una ensalada rusa en un táper que parecía una palangana, de tan grande que era. Otro bajó del baúl del auto un paquete enorme de papel madera. Por el olorcito y por las manchas de grasa, seguro que era un lechón que habían mandado a cocinar en el horno de la panadería. La hija menor, que hace repostería hogareña, llegó con una torta gigante, bañada en chocolate, con unos copos de crema y de dulce de leche arriba.

Menos mal que en eso llegó el remis, porque a mí ya me estaba dando hambre.
En el camino, la Pochi me explicó que me había contratado una tarde de espac, espat, o algo así. Ya me va a salir.
La cosa es que llegamos a un lugar muy lindo, todo perfumado, donde todos los empleados caminaban despacito, y hablaban como si se hubieran tomado un litro de té de tilo. Además, todo el tiempo se escuchaba una musiquita rara, con cantos de pajaritos y ruidito de cascadas. Y por todas partes había unos adornos que escupían agüita. Al rato, con tanto ruido a agua ya me habían dado ganas de pishar, pero me tuve que aguantar, porque vino una chica y me dió una bata blanca para que me la pusiera en vez de la ropa que tenía. Si sabía, me llevaba el deshabillé rosa, y ya me lo estrenaba.
Enseguida vino un muchacho muy buen mozo, y me dijo que lo acompañara. Me hizo acostar en una camilla, boca abajo, y yo pensé: este lugar es un degeneramiento, acá se aprovechan de las pobres ancianas. Pero otra vez estuve mal pensada, porque el chico me hizo unos masajes en la espalda, que me dejaron toda aflojada. No como cuando voy al kinesiólogo del PAMI, que salgo peor de lo que entré.
Después vino una señorita que me dijo que me diera vuelta. Cuando vi que tenía unas piedras en las manos, pegué un grito, porque pensé que me iba a atacar a los cascotazos, pero me dijo que me tranquilizara, que era un tratamiento con piedras calientes. La cuestión es que me las fue poniendo en distintas partes del cuerpo humano, y yo me iba aflojando cada vez más. ¡Las cosas que inventan!
Al final, me ayudaron a levantarme entre dos empleadas, y me llevaron a un cuartito chiquito, todo de madera, con unos asientos que parecían la tribuna de la cancha. Me parece, bah, porque casi no se veía de tanto vapor que había. ¡Y hacía un calor!. Una de las chicas me dijo que esperara sentadita, que ellas me venían a buscar, y cerró la puerta. Pero al rato me dió sed, y me paré para asomarme y pedirle un vasito de agua.

Lo siguiente que me acuerdo ya es volviendo a casa en el remis, con la Pochi. No sé, me debo haber relajado tanto que seguro me quedé dormida.
Cuando llegamos, me quise acostar un ratito, porque todavía estaba muy floja, y para pasar el rato, me puse a mirar el canal 98, a ver si estaban pasando "La sonrisa de mamá", con Palito Ortega y Libertad Lamarque, que todos los años la dan por la tele para esta fecha.
Pero estaban dando una de esas series de médicos de emergencias.
Justo la agarré cuando se estaban llevando a una señora en una camilla, con suero y todo, y los familiares iban al lado con cara de afligidos, hablando con los médicos, y agarrándose la cabeza.
La señora era muy parecida a la del 7ºC

Se ve que los del 98 no se avivaron, porque con la película de Palito seguro que iban a tener más raitin.

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domingo, 10 de octubre de 2010

Al descuartizador lo pusieron de jurado en un concurso nuevo


Los de TN estuvieron diciendo que si salía no sé qué ley del gobierno, iban a cambiar todos los canales de número, y nadie iba a saber dónde mirar sus programas favoritos. Yo me asusté, y enseguida apreté el 9 y el 8 en el control remoto. Por suerte parece que la ley todavía no salió, porque se seguía viendo el 98, como siempre. En blanco y negro y sin sonido.


Resulta que el descuartizador estaba pegando unos carteles en la puerta de vidrio del estudio. Uno para afuera, y otro para adentro. El que estaba para el lado de la cámara, decía: CERRADURA ROTA - ESPERANDO AL CERRAJERO. Debe ser el nombre de un programa nuevo. Entre parentis: con estos anteojos que me recetó el oculista del PAMI para ver de cerca y de lejos, estoy hecha un lince. Bipolares, creo que se llaman, o algo así. Ya me voy a acordar.
La cosa es que ni bien terminó de poner los carteles, fue y se sentó en el escritorito.

Al ratito vino caminando por la vereda una señora con dos bolsas de supermercado. Era bastante parecida a la, del 7ºA (tengo que decirle al Doctor del PAMI que me cambie las pastillas de la diabetis, que me hacen verle cara conocida a la gente que aparece en la tele). La señora apoyó las bolsas en el piso y leyó el cartel. Entonces le hizo una seña al descuartizador con los dedos todos amontonados apuntando para arriba, como preguntándole qué tenía que hacer. El descuartizador ni se movió de su silla. Solamente se encogió de hombros y le señaló el pozo de los arqueólogos que sigue abierto en la vereda. Otro parentis: tampoco nadie tapó el agujero que se hizo en el medio del piso del estudio el otro día, cuando uno de los expedicionarios se equivocó y estuvo excavando para adentro, en vez de para el lado de la calle, como le había indicado el jefe de la expedición. Así que para mí que ahí abajo debe haber quedado un túnel, seguro.
Se ve que la señora pensó lo mismo que yo, porque se metió al pozo de la vereda, con bolsas y todo.
A los pocos segundos, del agujero del piso del estudio, salió primero una de las bolsas, después la otra, y después la señora. Estaba un poco embarrada, así que se sacudió la ropa, se acomodó el pelo, agarró las bolsas, y se metió en la puerta de los puntos. Sacó 7. 

¡Ahí me dí cuenta! ¡El programa nuevo es un concurso! ¡Y al descuartizador lo pusieron de jurado, como en Bailando por un Sueño, por eso estaba ahí sentadito en el escritorio! ¡Seguro que él es el que le pone el puntaje a los participantes, pero en vez de levantar un palito con un número redondo, lo hace aparecer en el cartelito luminoso que está arriba de la puerta de los puntos! ¡Estos del 98 no se fijan en gastos!

La segunda participante fue esa que a mí me hace acordar a la atorrantita del 5ºC. Esa parece que estaba más acostumbrada a este tipo de concursos, porque primero se puso a  discutir con el descuartizador, desde afuera, por señas, nomás. Se ve que no estaba de acuerdo con la prenda que tenía que hacer, pero al final se decidió y se metió en el pozo, haciéndose la vedet, con unos movimientos erócticos.
Cuando salió por el agujero de adentro, se puso apuntando a la cámara para que se le viera bien el culo. También, con las polleritas que usa...En la puerta de los puntos sacó 5. Claro, como el jurado se quedó con la sangre en el ojo por la discusión, le puso poco puntaje.

Después le tocó a unos niños que siempre hacen de hermanitos. Venían por la vereda corriendo una carrera, y cuando llegaron a la puerta de vidrio, apenas se pararon a mirar el cartel, y se tiraron adentro del pozo. Bueno, la nena en realidad no se tiró, sino que el hermanito la empujó. Se ve que adentro del túnel se estuvieron peleando, porque tardaron bastante en salir por el agujero del piso del estudio. Y cuando salieron, estaban embarrados desde el pelo hasta los pies. Cuando pasaron frente al escritorio del jurado, le tiraron unas pelotas de barro por la cabeza, y salieron corriendo, pero en vez de meterse en la puerta de los puntos, subieron por la escalera. Se ve que ya se imaginaban que no iban a sacar ni cero.

El último participante fue un señor igualito al viejito que vive en el 9ºA, el que sufre del corazón y tiene puesto un marcapasos. Cuando llegó y vio el cartel, puso una cara como de terror. Lo miró al jurado a través del vidrio, y se metió despacito en el pozo. Tardó tanto en aparecer por el agujero de adentro, que yo pensé que se había quedado fulminado de un ataque adentro del túnel. La cosa es que cuando pudo salir, para llegar a la puerta de los puntos tuvo que ir arrastrándose por el piso. Se ve que había quedado muy agitado.
Pero al final, fue el que ganó, porque sacó 9. Para mí que al jurado le dió lástima, y por eso lo favoreció.

La verdad que este concurso "Esperando al Cerrajero" me gustó más que Bailando por un Sueño.
Eso sí: al descuartizador, la próxima vez que lo pongan de jurado, le podrían poner una galera y bigotitos como a Pachano, o unos tatuajes y el pelo parado como Ricky Fort.

Digo yo, para que sea más vistoso.

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miércoles, 22 de septiembre de 2010

¡Ayer fue el Día de la Primavera!


Banda de sonido:


Así que ni bien terminé de almorzar, me  puse a mirar la tele para ver cómo festejaban los estudiantes.
Yo me acuerdo de cuando era joven y nos íbamos al parque con el mantel a cuadros y la canasta con los sandwiches y la Bidu Cola, y pasábamos un día de sano esparcimiento.
Parece que ahora la juventud festeja distinto.
En todos los noticieros pasaban lo mismo. Había millones de chicos y chicas yendo de acá para allá, pero ningún mantel a cuadros, y ninguna canastita con sandwiches. Eso sí: cada uno tenía su botella de cerveza en la mano. Yo pensé: si esos chicos siguen tomando con el estómago vacío, se van a descomponer, o les van a venir ganas de pelearse con cualquiera.
Y dicho y hecho: al rato, se armó una trifulca, y un muchachito quedó medio averiado, con un tajo en la cabeza. Enseguida aparecieron los de la asistencia pública para atenderlo. Se ve que el chico le tenía miedo a los médicos, a lo mejor porque de chiquito la mamá lo amenazaba con hacerle poner una inyección cuando se portaba mal. La cosa es que para meterlo en la ambulancia, tuvieron que agarrarlo entre cuatro, porque pataleaba como un poseído.
A mí me dió un poco de impresión, así que puse el canal 98, para ver si pasaban algún programa alegórico a la juventud.
Y sí. Estos del 98 están en todo: resulta que en la vereda estaba el joven que conduce el programa sobre animales, con todos sus perritos atados al árbol. Al ratito nomás, por la puerta de los puntos apareció esa actriz que se parece a la atorrantita del 5ºC, esquivó el pozo que habían hecho los arqueólogos en el medio del estudio (que entre parentis todavía no lo taparon, ni a ese, ni al de la vereda), salió por la puerta de vidrio, y se sentó al lado del muchacho. Yo pensé: ahora seguro que sacan un mantel y una canasta, y muestran cómo se hace un picnic como Dios manda. Pero para ser un programa sobre la vida sana y la naturaleza, empezó mal, porque ni bien se saludaron, el chico sacó de la mochila un cigarrillo, y se lo empezaron a fumar, un poco cada uno. Era un cigarrillito chiquito, como esos que tenía la Pochi en el cajón de la mesa de luz.
Como mucho no me gustaba lo que estaba viendo, volví a poner el noticiero. ¡Y ahí estaba otra vez el mismo jovencito, de nuevo con la cabeza lastimada y pataleando para que no lo metan en la ambulancia! ¡Pobre! Se ve que alguno lo había agarrado de punto, y cada vez que volvía al picnic, lo fajaban de nuevo.
Así que volví a poner el 98.
Ahora el chico de los perros y la atorrantita sí que se estaban divirtiendo: veían pasar una señora con las bolsas del supermercado, y se reían a carcajadas. Uno de los perritos se rascaba las pulgas, y se mataban de la risa. Adentro del estudio el descuartizador pasaba el escobillón en el piso, y lo señalaban con el dedo, y se tiraban al piso agarrándose la panza de tanto que se reían. Yo no sé qué les resultaba tan gracioso. Para mí que era porque estaban eufóricos con la llegada de la Primavera.
Como a mí mucha gracia no me causaba, volví a ver qué estaban dando en el noticiero. ¡No lo podía creer! ¡De nuevo el chico que pataleaba con la cabeza lastimada, y los doctores que lo querían meter en la ambulancia! ¡Ya era la tercera vez que lo tenían que curar! ¡Yo no sé por qué alguien no  lo mandaba de una buena vez para su casa, así no lo seguían golpeando, pobre santo!
Entonces volví a poner el 98, para ver si esos dos habían terminado de reirse de cualquier pavada.
Parece que por fin se habían decidido a hacer el picnic, porque se estaban comiendo una pizza, así nomás, de la caja, y con la mano. Les duró menos de un minuto.
Yo no se, los jóvenes de ahora hacen todo al revés: mi difunto esposo se prendía un cigarrillo después de cenar, porque decía que era digestivo.
No como estos chicos, que primero fuman, y después comen.

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sábado, 4 de septiembre de 2010

En el 98 siguen pasando películas de catástrofes


Resulta que anoche la Pochi tenía una reunión en el Ministerio, y me avisó que volvía tarde, así que aproveché para mirar un rato tranquila el 98.
La verdad que la programación estaba bastante aburrida, porque no pasaba nada en el estudio: ni un actor, ni una actriz, ni un noticiero, ni una serie.
Pero justo cuando estaba por cambiar para ver un rato a Tinelli, apareció el descuartizador.
Me llamó la atención, porque estaba en pijama. Yo dije: seguro que ahora llega la actriz esa que se parece a la atorrantita del 5ºC en camisolín, y empieza una novela eróctica. Pero no. El descuartizador estaba como desesperado: subía corriendo la escalera que está al lado de la puerta de los puntos, y enseguidita bajaba agarrándose la cabeza. No estoy segura, porque el 98 se sigue viendo en blanco y negro, pero me pareció que de la escalera venía como un humo. Entonces el descuartizador sacó el celular, y se puso a hablar, haciendo ademanes y caminando como un loco de un lado para otro. Al ratito llegó una autobomba y estacionó justo enfrente de la puerta de vidrio.
Ahí se bajaron varios bomberos, y entraron al estudio con una manguera laaarga. Se ve que esos muchachos están muy entrenados, porque hacían todo a las corridas, y encima tenían que saltar por arriba de los dos pozos del documental de los arqueólogos: el de la vereda, y el que se hizo el otro día en el medio del estudio. Yo no sé, estos del canal 98 se ve que no quieren gastar un peso de más: cambian los programas pero dejan siempre la misma escenografía.
La cosa es que subieron corriendo por la escalera, con la manguera a cuestas. Mientras, el descuartizador seguía dando vueltas en pijama por el estudio, agarrándose la cabeza. Se ve que era una película de acción y drama.
Al ratito, empezaron a aparecer los bomberos por la escalera, acompañando a distintos actores y actrices, y les indicaban que salieran a la vereda. Estaban todos en pijama o en camisón, según el sexo. Al principio esquivaban el pozo que está en el medio del estudio, pero cuando los bomberos vieron que la mayoría se iba cayendo adentro, se organizaron, y entonces un bombero los hacía entrar al pozo del estudio,y otro los hacía salir por el pozo de la vereda. Se embarraban un poco, pero hacían bastante rápido.
Eso sí: se ve que las pastillas que me recetó el Dr. del PAMI para la diabetis me siguen haciendo ese efecto raro de verle cara conocida a las personas que aparecen en la televisión. Porque una de las actrices, que entre parentis estaba prácticamente en paños menores, y salió de la mano de un muchacho musculoso semidesnudo, era idéntica a la mujer del farmacútico del 6ºB, ese que hace guardia de noche en la farmacia.
Justo cuando estaba viendo esa parte de la película, que era la más entretenida, golpearon la puerta del departamento. Yo pregunté quién era, pero  no escuché bien lo que me decían, porque como total el canal 98 no tiene sonido, me había sacado el audífono. Entonces arrimé la oreja a la puerta, y como del otro lado gritaron más fuerte, ahí sí entendí. Era la voz de un muchacho que me decía: ¡Señora, hay que evacuar!.
Entonces yo le contesté: ¿Y para decirme eso me golpean la puerta a esta hora de la noche? ¡Para que lo sepa, joven, yo me tomo el Agarol todas las mañanas, como me dijo el doctor, y con eso ando hecha un relojito!
Qué barbaridad, ya no la dejan ver una película tranquila, a una.

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miércoles, 18 de agosto de 2010

¡Volvieron los arqueólogos!


Estos de TN ya me tienen aburrida. Todas las mañanas pasan los mismos programas: a las 8, el de la toma de rehenes en un edificio de Recoleta. A eso de las 10, el de la saladera bancaria, y al mediodía, el del camión que volcó en la Panamericana y aplastó a cuatro autos. Si no renuevan un poco la programación se van a quedar sin raitin. Yo, por lo menos, esta mañana me cansé y puse el 98, que cada tanto pasan algún documental. ¡Y justo, parece que me hubieran adivinado el pensamiento! ¡Estaban pasando el programa de los arqueólogos!
Resulta que ni bien me puse a mirar, estacionó un camioncito al lado del pozo, que entre parentis, ya hace como ocho meses que lo hicieron, y nunca lo vinieron a tapar.
Enseguida se bajó el jefe de la expedición, que tenía puesto un casco, y dos expedicionarios.
Primero pusieron unas vallas alrededor del pozo, como la otra vez.
Después, el jefe sacó unos planos de adentro del camión, y mientras los miraba, le daba indicaciones a los dos muchachos.
Se ve que como cuando hicieron el pozo no encontraron las ruinas que estaban buscando, ahora tenían que agrandar la excavación, porque vi que el jefe les hacía señas como que tenían que cavar para el lado de la vereda de enfrente, y los otros dos le hacían que sí con la cabeza.
Entonces el jefe guardó los planos, se subió al camión y se fue. A todo esto, ya era casi el mediodía, así que los dos muchachos se sentaron en el cordón de la vereda al lado del pozo, y sacaron unos sanguches enormes y una botella de cerveza de adentro de un bolsito, y se pusieron a comer y a tomar como desesperados. ¡Pobres! ¡Quién sabe todo lo que tuvieron que viajar en ese camioncito para llegar hasta el pozo de las ruinas! ¡Se ve que estaban hambrientos y sedientos!. Es lo que pasa siempre con los expedicionarios, que andan todos transpirados, con la barba crecida, y muertos de hambre y sed.
La cosa es que el almuerzo les debe haber dado modorra, porque al rato estaban los dos tirados panza arriba durmiendo en la vereda, al lado del pozo.
Como me pareció que iban a tardar un rato en despertarse, volví a poner TN. Pero como estaban diciendo que el mes que viene va a haber una inflacción bárbara, y yo con esas cosas me hago mala sangre, volví a poner el 98.
Ya se habían despertado, y uno de los muchachos se había metido en el pozo, con una pala en la mano. El que quedó arriba, le hacía señas para que cavara para el lado de  la vereda de enfrente, como había dicho el jefe. Pero el de la pala no le hizo caso, y se puso a excavar para el lado del estudio. Parece que había recuperado fuerzas con el sanguche y la cerveza, porque tiraba tierra para afuera que parecía una máquina. Al rato, ya  no se veía ni la pala. Sólo los montoncitos de tierra que saltaban para arriba, y formaban una montaña al costado del pozo.
Se ve que los del canal se dieron cuenta que les estaba bajando el raitin minuto a minuto, lógico, porque la gente no es de mirar documentales. Así que para darle más emoción al programa, en el estudio se abrió la puerta de los puntos, apareció la diputada del perrito, y se puso a charlar con el descuartizador, que hacía un rato que estaba mirando al través de la puerta de vidrio cómo trabajaban los arqueólogos.
En eso, los dos miraron de golpe para el piso, porque se hizo una grieta justo debajo de ellos. Ni tuvieron tiempo de correrse para un costado. Se abrió un agujero que se los tragó a los tres: el descuartizador, la diputada, y el perrito, y se levantó una polvareda que tapó toda la pantalla.
Al rato, cuando se asentó el polvo, estaba el descuartizador ayudando a la diputada a salir del agujero, y el expedicionario tratando de pegarle con la pala en la cabeza al perrito, que le saltaba para morderle el cuello.
El otro expedicionario, que miraba desde afuera de la puerta de vidrio, se agarraba la cabeza.
A mí ya me dió mucha impresión, así que volví a poner TN. Pero justo estaban pasando una noticia de un derrumbe, así que apagué la tele y me puse la radio para escuchar al Negro Oro, que será desafinado, pero por lo menos canta y yo me distraigo un poco. No sea cosa que me suba la presión.


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martes, 10 de agosto de 2010

Se ve que el canal 98 estaba perdiendo raitin


Eso digo yo, porque hoy al mediodía lo puse para ver qué estaban dando, y resulta que estaban de nuevo con el programa de los premios. Y yo se que en la tele, cuando andan flojos de televidentes, enseguida ponen un concurso.
Resulta que en el escritorito que está al lado de la puerta de vidrio, estaba sentado el conductor del programa. Bah, era el mismo que hace de descuartizador, y que cuando no hay programas lo ponen a encerar el piso del estudio, o a lustrar la manija de la puerta. Cuando no se les ocurre mandarlo a regar la vereda, a la mañana tempranito. Para mí que los dueños del canal, que ya no saben qué hacer con la plata, deben haber sembrado soja entre las baldosas, y lo tienen a ese pobre hombre trabajando de peón rural, como si fuera poco con todas las demás tareas que le dan.
Pero ya me fui por las ramas.
La cosa es que el conductor del concurso estaba ahí, en el escritorito, esperando a los participantes.
La primera que llegó fue una que era bastante parecida a una que vive en el 10º D, que me contó la Pochi que tiene una enfermedad con un nombre raro: clastrobofia, claustofrosia, algo así. Ya me voy a acordar.
La señora entró, saludó al conductor, y se metió en la puerta de los puntos. Ahí el cartelito que está arriba de la puerta empezó a sumar: uno, dos, tres, ecéctera, ¡y llegó hasta diez! ¡Qué suerte tuvo esta participante!, pensé yo. ¡Es la primera que juega, y saca el puntaje máximo! ¡Y encima el número diez se puso a titilar! ¡Se prendía y se apagaba, se prendía y se apagaba, se ve que había sacado doble premio, o algo asi!
El conductor, que se había quedado con cara de aburrido en el escritorito, de repente se paró como si hubiera escuchado algo, y arrimó la oreja a la puerta de los puntos.No sé qué fue lo que escuchó, porque el 98 sigue sin sonido, y en blanco y negro, pero se agarró la cabeza y subió corriendo por la escalera que está al lado de la puerta de los puntos.
Yo me quedé intrigada por saber qué había pasado, pero como a la hora me aburrí, porque no pasaba más nada, y me puse la novela del 9.
La cosa es que me ví como tres novelas seguidas, y se me pasaron dos horas más. De repente me acordé de la concursante, y volví a poner el 98. Justo el conductor le estaba abriendo la puerta de vidrio a dos señores que traían unos bolsos con herramientas, y los tres subieron corriendo la escalera. Otra vez me quedé esperando como una hora, a ver si salía la participante con el premio, pero nada. Así que me puse a ver un programa de comidas, y me aprendí a preparar un crocante de polenta con girgolas sobre colchón de hojas verdes, que no sé bien qué era, pero quedaba bastante lindo.
Cuando me quise acordar, ya eran como las seis de la tarde, así que volví a poner el 98, y ahí sí apareció la señora que había ganado el premio. Lo raro es que  se la estaban llevando unos médicos en una camilla, con oxígeno y todo. Para mí que se ganó una casa prefabricada, o cien mil pesos, como en el programa de Susana Giménez, y se descompuso de la emoción.
Enseguida que se la llevaron, el conductor pegó un cartelito en la puerta de los puntos. Yo no alcancé a ver qué decía, pero seguro era que se había suspendido el concurso. Digo yo, porque al ratito llegó otro participante, ese que se parece al viejito del 9º A, que sufre del corazón y tiene puesto un marcapasos, y cuando lo leyó, se sentó en la escalera y se puso a llorar. ¡Pobre, se ve que estaba muy ilusionado con ganarse algún premio! 

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miércoles, 21 de julio de 2010

Parece que empezaron las vacaciones de invierno

Eso estaban diciendo esta mañana en los noticieros.
Pero lo que pasaban era lo mismo que todos los años. Los papás y las mamás llevando a los hijitos de acá para allá: que al cine, que al teatro, que a la plaza, y los periodistas preguntándoles cómo se las arreglan para acompañar a sus niñitos en estas dos semanas que tienen libres para divertirse a su antojo, sin descuidar sus respectivos trabajos, porque no todos los padres se pueden tomar vacaciones en esta época del año.
Así que se me ocurrió poner el 98, para ver si decían algo sobre el tema.
¡Ese canal nunca me defrauda! Se ve que estaban pasando un informe especial sobre cómo se entretienen los niños cuyos padres no los pueden acompañar todo el tiempo.
Los protagonistas eran un nene y una nena, que hacían de hermanitos, y que me parece que eran los mismos que en el verano habían aparecido en un programa de turismo. Resulta que el nene bajó corriendo por la escalera que está al lado de la puerta de los puntos, y se puso al costadito, con la espalda pegadita contra la pared. Enseguida apareció la nena, también corriendo, y entonces el nene le puso el pie. La pobre niñita salió despedida, y cayó toda descuajeringada. Se ve que son niños que deben estar acostumbrados a jugar así, porque la criatura se levantó como si nada, y le pegó una patada en la canilla al hermanito. Pero la cosa no pasó a mayores, porque enseguida se pusieron de acuerdo en prenderle fuego a la cola del perrito de la diputada que se parece a la vieja del 3ºB, que justo entraba al estudio desde la calle. ¡Pobre animalito de Dios! Se ve que le quería avisar a la señora que se estaba quemando, porque saltaba de acá para allá, pero la diputada ni se enteró, porque iba hablando por celular, dele hacer gestos con las manos. El perrito parece que se resignó, porque se puso a arrastrar el traste por el piso, hasta que apagó el fuego, el solito, y se fue atrás de la dueña, que siguió caminando y empezó a subir la escalera.
Mientras, los niñitos, que ya estaban aburridos de nuevo, abrieron la puerta de los puntos, y la empezaron a usar como arco de fútbol. El nene atajaba, y la nena le pateaba una pelotita de tenis, y cuando le hacia un gol, se ponía a dar la vuelta olímpica y a saltar arriba del escritorio que está al lado de la puerta de vidrio.
Pero se ve que hoy en día los chicos se aburren rápido, y ningún juego les dura mucho rato, porque enseguida, aprovechando que la puerta de vidrio había quedado mal cerrada, se fueron para la vereda, y dejaron la puerta de los puntos así nomás, abierta. El cartelito de arriba, en vez de números decía PA, y se prendía y apagaba.
Cuando salieron a la calle, el nene se puso  a hacer bolas con el barro que está amontonado al costado del pozo de los arqueólogos, que entre parentis hace como siete meses que está abierto y nunca lo vinieron a tapar. La cosa es que empezó a tirarle las bolas de barro a la nena, que como era muy ágil las esquivaba todas, y pegaban en la puerta de vidrio. Se ve que habían estado mirando en los noticieros que estuvo nevando hasta en Jujuy, y como acá no cayó ni un copo, se las arreglaron con lo que tenían a mano. ¡Los niños son tan imaginativos!
Pero en eso apareció el descuartizador, y cuando vio el enchastre que habían hecho, los quiso atrapar, pero le pasaron corriendo en cuatro patas por abajo de las piernas, y subieron rapidito por la escalera.
El descuartizador quiso subir él también, pero no los pudo perseguir, porque tuvo que asistir a un viejito que venía bajando con la boca abierta y la lengua afuera, casi arrastrándose por los escalones. ¡Pobre! Me hizo acordar al que vive en el 9ºA, que me contó la Pochi que sufre del corazón y le tuvieron que poner un marcapasos.
La cosa es que esos nenes se salvaron por poco, porque si el descuartizador los llegaba a alcanzar, esta noche seguro los sacaba a la vereda en dos bolsitas negras.

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viernes, 9 de julio de 2010

¡Me estoy poniendo al día!


Hoy  en  el noticiero dijeron que se está por cumplir un mes desde que pusieron un sistema de que los vecinos pueden sacar fotos a los autos mal estacionados y mandarlas a la municipalidad para que les hagan la multa.
Se ve que estuve internada bastante tiempo, porque yo ni me había enterado.
Uno de los de la tele dijo que hubo abusos, y que algunos aprovecharon para acusar al vecino nada más que porque le tienen bronca.
Como no entendí muy bien cómo es el sistema, puse el canal 98, a ver si ahí lo explicaban mejor.
Y sí. Estos del 98 se ve que quisieron dar un servicio a los televidentes, porque estuvieron todo el día pasando unos avisos explicativos.
Primero, mostraron al descuartizador, que estaba regando la vereda. En eso estacionó un auto enfrente de la puerta de vidrio, justo donde hay un cartel de Prohibido Estacionar. Del auto se bajó un señor que lo ví muy parecido al Administrador del edificio. Entonces lo saludó al descuartizador con una palmadita en la espalda, entró al estudio y se metió en la puerta de los puntos. El descuartizador se había quedado haciéndole una sonrisita, pero en cuanto el hombre se dio vuelta, largó la manguera, sacó el celular del bolsillo de la camisa y se puso a sacarle fotos al auto, de adelante y de atrás.
Al rato, salió del estudio la diputada con su perrito. Se ve que el pobre animalito de Dios tenía mucha urgencia, porque en cuanto puso las patitas en la vereda se mandó una defecación. La diputada hizo como que no había visto nada, y salió caminando, tironeándolo de la correa al pobre animal, que como no había podido terminar, salió caminando todo agachadito. ¡Qué plato! Pero justo se cruzaron con el político ese que está enfermo de los nervios, y se pusieron a discutir. Se ve que él  le reclamaba a la diputada porque no había juntado la materia fiscal con una bolsita, o algo así, y la diputada le contestaba sacudiendo el hombro para arriba. Entonces el político nervioso la quiso estrangular, como siempre que discuten. Pero como el perrito se puso a saltar en dos patitas para morderle las partes, el político nervioso se distrajo y la diputada se pudo soltar, y salió caminando rapidito, con el perrito a la rastra. Ahí el político nervioso sacó el celular y le sacó una foto a la defecación.
Después, entró por la puerta de vidrio la actriz esa que se parece a la atorrantita del 5º C, con unos pantalones ajustados y un escote que se le veía la mitad del busto. Traía unas bolsas en la mano, y se agachó para apoyarlas en el piso. Ahí sí que se le vio el busto completo. Justo en ese momento estaba saliendo un muchachito que me hizo acordar al hijo del farmacéutico del 6º B, que está en la edad de tocarse. Así que sacó el celular del bolsillo del pantalón, para sacarle una foto, seguro para mandarla a la municipalidad para que le hagan una multa por exhibiciones ocsenas. Pero resulta que la chica, en vez de taparse un poco, se puso como las bailarinas deTinelli, agarrándose el pelo con una mano, con las tetas para adelante y el culo parado, y con la otra mano le tiraba besitos.
Al final, no entendí cómo es esto de las multas modernas. Igual, cuando vuelva la Pochi le voy a decir que me busque la Kodak Fiesta que le habíamos comprado para el viaje de egresados, porque le quiero sacar una foto a la vieja de enfrente, que cuando se lava las bombachas las pone a secar en la baranda del balcón.

Ah! después se me ocurrió poner los canales de deportes a ver qué decían del Mundial, pero me parece que como esta vez Argentina no participó, mucho no les interesa. En vez de hablar de fútbol, están todos dando recetas para preparar pulpo a la cacerola.

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sábado, 3 de julio de 2010

¡Por fin estoy de vuelta en casa!


Resulta que ese lugar donde me desperté, era el sanatorio del PAMI.
Parece que me había atragantado con el Arroz con Leche del Bicentenario, y me dejó de circular el aire al celebro, o algo así. El doctor me explicó, pero no entendí muy bien
La cosa es que a los dos o tres días ya me estaban por dar el alta, porque estaba lo más bien.
Pero enseguida que una de las enfermeras me puso una inyección, empecé a ver todo borroso. Lo último que escuché fue a otra que le decía: "¡Pelotuda! ¡La insulina era para la vieja de la cama de al lado!".
Después no me acuerdo más nada
No sé muy bien cuántos días pasaron, pero esta mañana la Pochi me fue a buscar, y acá estoy, un poco débil, pero con el control remoto en la mano, haciendo samping a todo lo que da, a ver si me pongo al día.
Parece que está el Mundial, pero no es como antes. Ahora juegan nada más que cuatro países: No sé si entendí bien, porque estoy un poco mareada, pero creo que son Alemania, Holanda, Uruguay y España.
¡Argentina no figura! Es una lástima, porque si nos dejaban participar, seguro que salíamos campeones, y los festejos del Bicentenario iban a quedar a la altura de un poroto de soja.
Me tengo que acordar de decirle a la Pochi que llame al técnico, porque se ve que este televisor nuevo que compró, será muy LSD, y qué se yo cuanto, pero resulta que cuando pasan los partidos, lo único que se escucha es un ruido que parece que hubiera un panal de abejas adentro del aparato.
En el canal 98 lo único que están pasando es a unos muchachos sentados en el cordón de la vereda que se ve a través de la puerta de vidrio. Están todos vestidos con la camiseta de la selección, y algunos tienen esos gorros de cuatro puntas, como de arlequín. Parece como que están llorando, y hay uno que tiene una corneta larga y finita, pero en vez de soplar, se la está queriendo tragar.
Para mí que es una de esas obras de teatro moderno, porque no la entiendo.

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viernes, 28 de mayo de 2010

Qué bien que la pasé el fin de semana del Bicentenario!


Resulta que la Pochi tuvo que acompañar al Subsecretario por los actos del Bicentenario, y se fue todo el fin de semana. Creo que tuvo que viajar de nuevo a ese pueblito del norte donde le había tocado ir en el verano. Pero como eran nada más que cuatro días, en vez de conseguirme un viaje a las Termas como la otra vez, me dejó plata y los imanes de los deliverins a mano para que me fuera pidiendo lo que quisiera.

El Sábado, ni bien se fue, puse el 98, para ver si seguían con los festejos. Pero se ve que le habían dado franco a todo el personal del canal, porque lo único que se veía era el estudio vacío. Ni el descuartizador estaba. Cada tanto pasaba un perro por la vereda, y nada más.
Al rato me aburrí, así que empecé a pasar los otros canales. En eso, puse canal 7, y estaban pasando el desfile de los militares. Me hizo acordar a cuando la Pochi era chiquita y la llevaba a la Plaza de Mayo a ver a los Granaderos, y después volvíamos y nos comíamos un locro. Entonces me dio hambre, y llamé al barcito de la esquina. Me dijeron que tenían una promo del Locro del Bicentenario, dos por uno. Así que le dije que me mande dos, para aprovechar, y con una botellita de vino tinto. Mientras terminaba de ver el desfile, me comí todo el locro y me tomé media botella.
A la noche, mostraron un concierto como de doscientas arpas paraguayas, y unas chicas que bailaban con cinco botellas arriba de la cabeza. Ahí me vino la sed, y me terminé el vinito. Dijeron que después venía Leon Gieco, y no me acuerdo quién más, pero no los llegué a ver. Me parece que me quedé dormida. Raro, porque no era tan tarde.

El Domingo me desperté con languidez, así que llamé a la panadería y me pedí una docena de pastelitos del Bicentenario, con doble dulce de membrillo. Los acompañé con un matecito, amargo, nomás, por la diabetis.
A la tarde, mientras veía el desfile de las colectividades, cuando pasaron los italianos, me dio antojo de fideos a la boloñesa, así que llamé de nuevo al barcito, y me los pedí con bastante salsa, y con otra botellita de tintillo. Jiji!
Otra vez me quedé dormida temprano. pero me parece que no me perdí nada porque como llovió, esa noche tuvieron que suspender los festejos. Tanto había insistido el del pronóstico de TN con que iba a llover todo el fin de semana, que al final se largó. Para mí que ese muchacho es medio fúlmine.

El Lunes sí que estuvo entretenido. A la tarde, desfilaron un montón de autos y colectivos como los que había cuando yo era chica. Después, vino el partido de Argentina. Yo no entiendo mucho de fútbol, pero como la gente estaba tan contenta, cada tanto me asomaba por la ventana y tiraba papelitos, como hacen en la cancha. Qué plato, me reía sola!
En eso, en el Canal 13 dijeron que iban a pasar la reconstitución o algo así, del Teatro Colón, así que para no perderme ningún detalle, llamé rápido a "El Repulgue Feliz", que queda en la otra cuadra, y me pedí las Empanadas del Bicentenario, que venían con carne picante, huevo duro, pasas de uva, papa, choclo, y aceitunas. Dos docenas. Y una botella de vino blanco.
Lo del Colón fue medio raro. Primero dieron unos dibujitos animados con instrumentos que se tocaban solos. Y justo cuando tenían que pasar la función de gala, se ve que se les cortó la transmisión, porque empezaron a pasar la grabación de los Martín Fierro. Estaba la alfombra roja, y le hacían reportajes a Susana, a Mirtha, a Chiche Gelbun, a Fernando Bravo, a Ricardo Fort. Como yo ya lo había visto hace como un mes, puse el canal 7. ¡Menos mal! ¡Me estaba perdiendo al Chaqueño Palavecino! ¡Qué voz privilegiada tiene ese hombre! ¡Y después vino La Sole! ¡Cómo revoleaba ese poncho! ¡Y había como dos millones de personas saltando! Del entusiasmo, me puse a revolear el mantel, para acompañar, jijiji! Para mí que abajo del escenario la estaba esperando un remis para llevarla directamente a la partera.
Ahí me agité un poco, así que paré con las empanadas, y las dos que quedaban las guardé en la heladera, y me fui a dormir.

El Martes, que era el Día de la Patria propiamente dicho, me quise dar un gustito para el desayuno, así que llamé de nuevo al barcito, y les dije que me mandaran el Chocolate con Churros del Bicentenario, que venía con una docena y media de churros rellenos con dulce de leche y bañados en chocolate.
No se por qué, pero al mediodía no me dieron ganas de almorzar, y estaba con un poco de modorra, así que me hice una siestita.
Cuando me desperté, estaban anunciando un desfile de carrozas.
Yo me entusiasmé, porque seguro iban a mostrar a la Reina de la Vendimia, la Reina del Salamín Tandilero, ecéctera. Pero como no había almorzado, tenía un hambre bárbaro, así que les pedí a los del barcito que me mandaran la Parrillada del Bicentenario, que viene completita, con matambrito de cerdo, chorizo, morcilla, molleja, tripa gorda y salchicha parrillera, y trae papas fritas a la provenzal. Y encima, de regalo, el postre: Arroz con Leche del Bicentenario, con crema y dulce de leche. Ah! y dos botellitas de vino! uno tinto y uno blanco!
La cosa es que el desfile de las carrozas se ve que era muy moderno, porque mucho no lo entendí. En vez de princesas con vestidos con volados y guantes largos saludando con la manito para acá y para allá, había unos pobres muchachos y chicas colgados de unas grúas, que los revoleaban para todos lados, y encima les tiraban agua. También había cosas que se prendían fuego. Me dió un poco de impresión, pero a la gente parece que le gustaba.
Lo que estuvo bárbaro fue el final. Cantó este muchacho que no me acuerdo cómo se llama. Ese de rulos y anteojos que canta como nervioso, y se rasca la barba todo el tiempo. Ya me voy a acordar. La cuestión es que estaba todo de blanco, y cantó varias canciones, y otra vez había millones de personas. Ahora que lo pienso: el gobierno debe haber gastado una fortuna en choripanes para llevar tanta gente.
La cosa es que me fui emocionando cada vez más, y cuando cantaron el himno, justo yo me estaba por tragar la última cucharada de arroz con leche, pero en la parte que dice "O juremos con gloria a morir" me entusiasmé tanto, que me puse a cantar y a saltar con todo.

Después no me acuerdo nada más.

Acá donde estoy ahora hay una tele. Pero pasan un programa muy aburrido. Nada más se ve una rayita que hace como montañitas y pasa todo el tiempo para el costado, y hace un ruidito, como pip, pip, pip.
Tengo un control remoto, pero todavía no me pude enterar si se ve el canal 98, porque cada vez que aprieto el botón para cambiar de canal, se me aparece una chica muy amable, toda vestida de blanco, y me pregunta si necesito algo.


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viernes, 21 de mayo de 2010

En el canal 98 también festejan el Bicentenario


Resulta que esta mañana tempranito empezaron a aparecer en el estudio unos cuantos niñitos, acompañados de sus respectivos padres o madres. Me parece que eran los mismos que habían participado en ese concurso infantil de la otra vez. Para mí que el nuevo dueño del canal será muy millonario, pero con tal de ahorrarse el gasto de hacer un catering nuevo, sigue usando siempre a los mismos niños.
Algunos salían de la puerta de los puntos, y otros bajaban por la escalera. Todos tenían trajes alusivos al 25 de Mayo. Estaba la Dama Antigua, con un peinetón hermoso y un vestido largo con miriñaque, la Vendedora de Empanadas, con un delantal y una canasta, la Negra Mazamorrera, con el cesto en la cabeza, el Vendedor de Velas, que las llevaba colgando en las puntas de un palo, French y Beruti, con las escarapelas, ecéctera ecéctera.
Todos estaban muy seriecitos, y con cara de dormidos. Yo me acomodé en el sillón porque pensé que iba a empezar una representación escolar. Pero resulta que en vez de ponerse a actuar, se fueron yendo todos para la calle. El descuartizador, que estaba parado al lado de la puerta de vidrio, los saludaba con una sonrisa y les acariciaba la cabeza. Una vez que se fueron todos, se puso a frotar la manija con su franelita. Se ve que todavía no borró bien las huellas vigitales que dejó la otra noche.
Como el 98 se puso aburrido, me puse a mirar los otros canales, hasta que empezó Almorzando con Mirtha Legrand. (entre parentis: me tengo que acordar de avisarle a la Pochi que cuando vaya a comer afuera con las chicas del Ministerio, tenga cuidado con lo que hablan, porque Mirtha dijo que los mozos de los restauranes andan vigilando si uno critica al gobierno)
La cosa es que en una propaganda volví a poner el 98. Ahora sí había empezado el programa sobre la Fiesta Patria.
Los papás y las mamás estaban conversando en la vereda, y los niñitos estaban adentro del estudio.
No estaban tan prolijitos como a la mañana.
La Dama Antigua se había puesto el peinetón como una visera, y estaba tratando de encerrar a la Negra Mazamorrera adentro del miriñaque, como si fuera una jaulita.
El Vendedor de Velas andaba con una encendida en cada mano, y le estaba prendiendo fuego a la pollera de la Vendedora de Empanadas, que se defendía revoleándole empanadas por la cabeza.
En eso apareció el descuartizador y quiso poner un poco de orden, pero tuvo que salir enseguida para la vereda, porque French y Beruti lo corrieron pinchándole el culo con los alfileres de las escarapelas.
Está bien que en la tele traten de hacer más entretenidos los temas históricos, pero me parece que a los del canal 98 se les fue un poco la mano.

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martes, 18 de mayo de 2010

¡Ahora entendí la serie del descuartizador!


Ayer a la nochecita puse el 98, y estaban dando de nuevo la serie del descuartizador. Pero éste era un capítulo muy fuerte.
Parece que ese hombre se había mandado una verdadera carnicería, porque no paraba de sacar esas bolsas negras grandotas a la vereda. Y para mí que eran muy pesadas, porque las llevaba arrastrándolas por el piso del estudio, que quedó precioso con esas baldosas nuevas que le pusieron. Se ve que había descuartizado a gente gordita.
La cosa es que le conté como ocho bolsas, hasta que llegó la Pochi, y tuve que cambiar de canal porque si se da cuenta que el 98 se ve en blanco y negro y sin sonido, capaz que llama a los del cable, y esos, con tal de no trabajar, en vez de arreglarlo lo desconectan y listo.
Nos quedamos viendo a Tinelli hsta tarde, y yo me fui a dormir.
Pero esta mañana tempranito, ni bien la Pochi se fue para el Ministerio, volví a poner el 98, y ahí estaba de nuevo el descuartizador, regando la vereda con la manguera. Estuvo un rato largo, dale que dale con el chorro.
Después se metió para adentro, y se puso a encerar el piso del estudio. Estuvo como una hora con la enceradora para acá y para allá.
Y cuando terminó con el piso, agarró una franelita y empezó a lustrar la manija de la puerta de vidrio. Otra hora más, fácil.
¡Ahí me dí cuenta! ¡Me hizo el clip, se me cayó la ficha, como se dice ahora!
No es que al actor lo tengan también para hacer tareas de limpieza en el canal. ¡Es la serie, que continúa, y el hombre hace todas esas cosas para borrar las huellas que dejó por todos lados la noche anterior!
Pero, como dicen, no hay crímenes perfectos.
Cuando estaba por terminar de limpiar todos los rastros, de la puerta de los puntos salió una actriz que se parece bastante a la del 7º B, que es la presidenta del Consorcio, y se puso a revisar todo lo que el pobre descuartizador había estado refregando. Miraba el piso del estudio, y hacía que no con la cabeza. Miraba la vereda, y se ponía las manos en la cintura y golpeaba con la puntita del pie, como enojada. En eso se acercó a la manija de la puerta de vidrio, y se puso a mirarla bien de cerca, y torcía la cabeza para un costado y para otro.
Mientras tanto, el pobre asesino se ve que estaba transpirando de los nervios, porque se pasaba la franelita por la frente.
Para mí que ahora sí se termina la serie, porque seguro que esa es una investigadora que va a tirar un polvito en la manija y después lo va a sacudir con un plumerito, y seguro que va a encontrar alguna huella vigital que el descuartizador no hizo a tiempo a borrar.
Es una lástima, justo ahora, que entendí el argumento.

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lunes, 10 de mayo de 2010

Siguen remodelando el estudio del canal 98


Parece que al nuevo dueño del canal 98 no le gusta cómo quedó el piso del estudio, con todas esas huellas en el cemento.
Resulta que esta mañana llegó un camioncito y empezaron a descargar unas cajas, y las fueron apilando en la vereda, al lado de la puerta de vidrio.
Mientras, el descuartizador seguía trabajando de notero en la calle, entrevistando a todos los que pasaban. Todavía no le dieron  micrófono. Igual, para qué, si el 98 sigue en blanco y negro y sin sonido.
La cosa es que  ahora, en vez de un trapito para lustrar la manija de la puerta de vidrio, en la mano tenía una manguera. Yo no sé por qué nadie le avisa que por más que riegue la vereda, no va a crecer ni un pastito.
Al rato, llegó un tipo que empezó a abrir las cajas. Ahí me dí cuenta que estaban llenas de baldosas. ¡Y el dibujo que tenían era igualito al de la baldosa que casi le parte en la cabeza el político nervioso a la diputada del perrito en el debate que pasaron el otro día!
Entonces el tipo se puso a pegarlas encima del cemento, muy prolijitas, una al lado de la otra. Una lástima, porque a mí me gustaba cómo había quedado el piso, con todas esas huellas como en jólibud, y las frases de los níñitos escolares.
El descuartizador, cada tanto paraba de hacer entrevistas, y se asomaba por la puerta de vidrio. Se ve que tenía ganas de darle alguna indicación al que colocaba las baldosas, pero se aguantaba. Para mí que tenía miedo que éste también tuviera mal carácter, como el que había estado rompiendo el piso la otra vez, que lo terminó corriendo con la pala.
La cuestión es que el tipo siguió colocando las baldosas toda la mañana. En un momento se ve que le dió lástima tapar la huella del culo de la actriz de las novelas erócticas, porque antes de ponerle las baldosas encima, le sacó una foto con el celular.
Yo pensé: si siguen haciendo reformas en el estudio, y no empiezan pronto a dar algún programa como la gente y a pasar propagandas, este millonario que compró el canal, se va a fundir.
Pero se ve que el hombre no da puntada sin hilo, como Sofovich, que se la pasa metiendo chivos en los programas. Mientras arreglan el estudio, le hace publicidad a la empresa que trajo el contairner donde tiraron los pedacitos de baldosas cuando rompieron el piso hace como una semana. El coso ese sigue enfrente de la puerta de vidrio. Ahora además de las baldosas, la alfombra, las sillas, el escritorio, el lavarropas y la tabla de planchar, le metieron una bicicleta toda rota y una cucha de perro. Está que rebalsa.
Pero tiene pintado bien grandote el número de teléfono de la empresa, y el nombre.
"Volquetes La Veloz", se llama.

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viernes, 30 de abril de 2010

En el canal 98 hicieron un concurso de frases infantiles

Resulta que al mediodía, el descuartizador puso un tablón que iba desde la puerta de vidrio hasta la puerta de los puntos.
Entonces empezaron a llegar al estudio los mismos niñitos escolares que habían participado en el concurso del otro día.
Otra vez estaban bastante desprolijos y con los guardapolvos todos manchados. Yo no sé cómo los padres de esas criaturas no los ponen un poco más presentables, si saben que van a salir en la tele.
Parece que el primer tema era sobre deportes, porque el primero que llegó, se puso en cuatro patas en el tablón, sacó un lápiz de la cartuchera, y con la parte de atrás escribió en el cemento: "Rácing sos de la B". Siguió caminando y se metió en la puerta de los puntos. Enseguida vino otro, que tachó lo que había escrito el primero, y puso: "Rojo amargo y botón".
Después entró otro que para mí que debe ir a un colegio religioso, porque puso: "El Santo se la come, el Globo se la da". Seguro que hablaba de la hostia.
Los que participaron después, ya se empezaron a poner un poco maleducados.
Un niño escribió: "Vanessa trola". Atrás vino corriendo una nena, que lo zamarreó del guardapolvo, le tachó la frase, y puso: "Brian pelotudo y maricón"
Otra nena que vino un poquito más tarde, empezó escribiendo: "La Seño... Yo me puse contenta, porque pensé que iba a hacer una composición tema: Mi maestra. Pero no. Lo que puso fue: "La Seño se la transa a la Directora. Yo las vi en la sala de maestros"
El último que participó se ganó el premio. Estaba arrodilladito escribiendo: "El encargado se come a la esposa del farmacéutico del 6ºB"
Justito cuando terminaba de escribir, vino de atrás el descuartizador, y le pegó una tremenda pateadura en el trastecito, que lo hizo dar una vuelta en el aire, y el niñito cayó en el cemento al lado de la huella del culo de la actriz de la novelas erócticas. Quedó preciosa, la siluetita. Hasta salió con el lápiz en la manito. Ese quedó para la posteridad.
Igual, mucho no me gustan los niños que participan en los programas de ahora, porque son un poco mal hablados. Los que sí eran muy educaditos eran los de La Justa del Saber, que lo conducía Julio Bringuer Ayala, paz descanse.
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miércoles, 28 de abril de 2010

¡El canal 98 parece Jolibud!


Resulta que después que el loco ese rompió todo el piso del estudio, vinieron otros dos que pusieron una máquina en la vereda, que parecía una licuadora, pero gigante. Ahí adentro le echaron arena, cemento y bastante agua, y la pusieron a funcionar. Al rato, se ve que se había mezclado todo. Entonces uno iba sacando la mezcla esa con un balde y la iba tirando en el piso. El otro, que estaba en cuatro patas, la iba alisando con una maderita. Estuvieron así toda la mañana, hasta que quedó todo lisito. Justo cuando habían terminado y estaban en la puerta de vidrio para irse, el descuartizador, que le seguía haciendo reportajes a la gente que pasaba por la vereda, les señaló el piso y les empezó a decir algo. No sé qué les habrá dicho, porque el 98 sigue sin sonido, y en blanco y negro. Pero se ve que mucho no les gustó, porque empezaron a discutir, y en una de esas, el más grandote de los dos le pegó un empujón, y el descuartizador se cayó de boca adentro del estudio. ¡Qué plato! ¡Cuando se levantó, en el piso había quedado dibujada la silueta! ¡Como en Jólibud, pero en vez de las manos, todo el cuerpo! A mí me parece que se merece el homenaje, porque el pobre hombre hace de conductor de los programas de concursos, de descuartizador, trabaja en las novelas erócticas, hace de notero en exteriores, y encima pasa el plumero y lustra la manija de la puerta de vidrio.
Al ratito entró ese que se parece al abogado del 7ºC, ese que es tan conversador. Bueno, iba hablando por celular y haciendo ademanes, y pasó como si nada. Dejó varias huellas de los pies desde la puerta de vidrio hasta la puerta de los concursos.
La que estuvo bárbara fue la actriz de las novelas erócticas que se parece a la atorrantita del 5ºC. Esa bajó corriendo de la escalera que está al lado de la puerta de los puntos, y se ve que en el último escalón se resbaló. La cosa es que se cayó de traste en el medio del estudio. Como estaba con una minifalda cortita, en el piso quedó la huella del culo, con la marca de la tanguita y todo.
Parece que el empresario millonario que compró el canal quiere levantar el raitin. En una de esas, hasta lo contrata a Tinelli.


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lunes, 26 de abril de 2010

Parece que al canal 98 lo compró un empresario


Hoy a la mañana tempranito puse el canal 98, porque me quedó la curiosidad de ver si el descuartizador había salido del pozo de los arqueólogos. Parece que sí, porque estaba en la vereda. Se ve que como el estudio sigue en remodelación, los del canal lo pusieron a trabajar como notero en exteriores: se pasó toda la mañana conversando con cuanta persona pasaba por ahí. Seguro les decía que opinaran sobre la inseguridad, la inflación, y otros temas candentes. Eso sí: en vez de un micrófono para hacer las entrevistas a los transeuntes, en la mano tenía un trapito, y cada tanto le pegaba una lustrada a la manija de la puerta de vidrio. ¡Cómo lo explotan a ese pobre hombre! ¡Ni siquiera cuando lo ponen a trabajar de periodista le dan un descanso con las tareas de limpieza!
El que ya no estaba era el loco del pico y la pala que había roto todo el piso del estudio. Menos mal que alcanzó a sacar todos los restos de baldosas, porque ahora el contairner está que rebalsa. Hay un escritorio, una alfombra hecha un rollo, dos sillas rotas, eccéctera. Parece que están renovando hasta las oficinas del canal. Lo único que me pareció raro, es que en el contairner también había un lavarropas oxidado, y una tabla de planchar.
Para mí que al canal lo compró algún empresario millonario, y lo está poniendo a nuevo, porque después lo va a aprovechar para hacer campaña para Presidente.
Ojalá, porque así contratan más personal y se dejan  de explotar al pobre descuartizador, que ya le tomé cariño.
Eso sí: espero que no se les ocurra pasar nada más que programas de política, que son tan aburridos.

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domingo, 25 de abril de 2010

¡Parece que van a suspender la programación!


Ayer a la  mañana, ni bien se fue la Pochi para el ministerio, puse el canal 98 para ver si había algún noticiero que hablara del batifondo que se armó en el debate de los políticos.
Pero resulta que había un tipo con un pico, dándole y dándole al piso. Primero pensé que era un boquetero que lo habían pescado con las cámaras de seguridad de algún banco, pero no. El tipo no estaba haciendo un pozo, y no era un banco lo que mostraban. ¡Era el estudio del canal!
Estaba rompiendo todas las baldosas del piso, y cuando se le juntaba una montaña de pedacitos de baldosa, las juntaba con una pala, las metía en una carretilla, y las sacaba a la vereda, por la puerta de vidrio. Ahí tomaba carrera, y subía por una tabla hasta el borde de un contairner. Entonces volcaba los pedacitos de baldosa adentro, y bajaba marcha atrás por la tabla. Era bastante gracioso, porque en una de esas le erró a la tabla, y se cayó con carretilla y todo adentro del pozo de los arqueólogos, que sigue abierto.
Mientras, el actor que hace de descuartizador y a veces conduce el programa de concursos, estaba en la vereda, y cada vez que pasaba el de la carretilla por al lado, se ve que le hacía algún comentario.
De vez en cuando se asomaba para adentro del estudio, y parecía que le daba alguna indicación al tipo. Quién sabe, capaz que los del canal se decidieron a modernizar un poco el estudio, y lo pusieron de capataz, total mientras tengan todo el piso roto no van a poder pasar ningún programa.
Pero parece que al que rompía el piso no lo convencían mucho las indicaciones, porque a la cuarta o quinta vez que el descuartizador le fue a hablar, el tipo revoleó el pico, agarró la pala, y lo empezó a perseguir como para aplastarle el occipucio.
¡Qué plato! Ahí el que se cayó al pozo de los arqueólogos fue el descuartizador. Pero para mí que eso le salvó la vida, porque el otro, en vez de tirarse adentro del pozo y rematarlo, parece que se arrepintió y volvió para adentro, a seguir rompiendo el piso.
Si van a estar  muchos días remodelando el estudio, les va a bajar el raitin

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martes, 20 de abril de 2010

En el canal 98 volvieron a pasar un debate de políticos


Ayer a la nochecita, mientras esperaba que llegara la Pochi del Ministerio, puse el 98, y estaban dando un programa de esos donde hay varios políticos sentados, y discuten distintos temas.
Estaban sentados en redondo, y el conductor, que era el mismo de la otra vez, estaba parado adelante del escritorito que hay al lado de la puerta de vidrio.
Primero el conductor sacó unos papeles de una carpeta, y se los leyó a los políticos. Se ve que les estaba diciendo el tema para que opinaran. Capaz que una ley nueva, o algo así.
Me llamó la atención que al lado tenía un asistente con un bolso grandote apoyado en el piso. La cosa es que antes de que los políticos se pusieran a opinar, el asistente empezó a sacar del bolso unas cuantas baldosas, todas con distintos dibujos, y se las fue dando a los políticos, que las miraban un poco y se la pasaban al de al lado. Vaya a saber por qué, pero  se ve que se fue calentando el ambiente, porque se pusieron a discutir cada vez más acalorados.
Para variar, entre los invitados estaban la diputada del perrito que se parece a la vieja del 3ºB, y el político nervioso que es igual al del 3ºA. El 98 parece TN: siempre lleva a los mismos políticos.
La cuestión es que esos dos eran los que más discutían. En un momento, el nervioso levantó la baldosa que le había tocado como para partírsela en la cabeza a la diputada, pero entre el conductor que lo agarró justo del brazo, y el perrito de la diputada que le saltó a las partes íntimas y se le quedó prendido de ahí, lo calmaron un poco.
Pero los demás no se quedaban atrás. Había uno, bastante parecido al Doctor que vive en el 1ºB, que casi se agarra a las piñas con el conductor. Y dos mujeres  que tironeaban de la misma baldosa, hasta que se les cayó al piso y se rompió en pedacitos. Uno que tenía pinta de concejal, discutía con uno que lo ví parecido al abogado que vive en el 7ºC: le señalaba el piso, después la baldosa que tenía en la mano, y después se señalaba el costado de la cabeza, con el dedo haciendo circulitos, como diciéndole que estaba loco.
En eso pasaron una tanda publicitando los otros programas del canal: entró por la puerta de vidrio la actriz de las novelas erócticas, con una pollerita que pareciá una secretaria de Sofovich, pasó revoleando el culo entre medio del batifondo, y se metió en la puerta de los concursos.
Ahí se calmó un poco la discusión, sobre todo porque a los hombres se les fueron los ojos y se quedaron con la boca abierta, como tarados.
Yo, para programas de política, en vez de estos descontrolados que pasan en el 98, lo prefiero a Mariano Grondona, que es muy prolijito.

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